Almohada de la Asunción
de la Virgen (S. XVI)
La riqueza patrimonial que conserva la Iglesia Arciprestal de la Asunción de Nuestra Señora de Llíria es muy interesante, y buena prueba de ello es esta renacentista almohada del túmulo de la Asunción de la Virgen, que data de finales del siglo XVI, y que ahora ha sido restaurada gracias a la colaboración de la Diputación de Valencia, la citada parroquia y la Generalitat Valenciana a través de CulturArts IVC+R, que es quien ha realizado el trabajo de restauración.
La almohada, confeccionada en terciopelo cortado de color carmesí y decorada con bordados con hilos metálicos y sedas polícromas con aplicaciones metálicas, presenta en su cara principal una tarja de cueros recortados óvalada con la imagen de la Asunción de la Virgen sobre el creciente lunar, que es llevada al cielo por cuatro ángeles mancebos, y coronada por la Santísima Trinidad en la parte superior. En los laterales encontramos seis símbolos de la Letanía Laurena, tres a cada lado, cada uno con su correspondiente filactería, que exaltan la figura de María. Estos son: a la izquierda, la Porta Coeli o Puerta del Cielo, que deriva del sueño de Jacob, en el Génesis, y que presenta a María como la puerta, medio o modelo que permite el paso o entrada en el cielo; la Fuente, que está tomada del Cantar de los Cantares y simboliza el paraíso en el que la fuente es Cristo como árbol y fuente de vida eterna; el Hortus conclusus, también está tomado del Cantar de los Cantares y posee una simbología compleja, pues representa el seno virginal de María; a la derecha, la Torres de David, tomada igualmente del Cantar de los Cantares, que ratifica el carácter de elevación espiritual de la Virgen, como señal de que sólo hay una puerta para acceder a la cúspide de la torre, de igual modo que sólo hay una puerta para acceder al cielo que es Cristo; el Pozo de aguas vivas alude a Cristo como agua viva que sacia la sed; y la Ciudad de Dios, que es uno de los símbolos más complejos y que prefigura la Jerusalén celeste.
Flanquea el perímetro una cenefa de roleos y motivos florales decorada con cabujones de pedrería de colores. Por la parte posterior encontramos un tondo circular radiante con una corona y diversos zarcillos vegetales. En las cuatro esquinas otra decoración floral con zarcillos.
En la Comunidad Valenciana se conservan otros ejemplares de esta tipología y cronología como los dos que conserva la iglesia parroquial de Santa Águeda de Jérica, especialmente uno de ellos, con el que guarda extraordinarias concomitancias en cuanto al diseño de la Virgen, los ángeles y la Santísima Trinidad, sus indumentarias y actitudes, como podemos ver en la fotografía adjunta, que evidencian que el cartón que sirvió de base para el bordado del de Jérica debió ser el mismo o estar realizado por el mismo autor que el de Llíria. La iconografía de la Inmaculada Concepción rodeada por símbolos marianos y coronada por la Santísima Trinidad tuvo un gran arraigo en Valencia, y encuentra su origen más remoto en el grabado que ilustra el libro titulado Horas de la Virgen al uso de Roma, que se imprimió en Valencia entre 1502 y 1505 para ilustrar los Gozos de la Virgen que se cantaban en el Monasterio de la Encarnación.