Conjunto de Sacras (1768)

A la centuria siguiente pertenecen dos de las obras más relevantes de Llíria: las sacras de la Asunción. Estas están datadas en 1768. Sabemos que costaron 400 libras. De ellas, 340 libras se sacaron de la administración de ollas y, las 60 restantes, las costeó la villa. Estas sacras, como se ha dicho, se recobraron al final de la Guerra Civil en Zaragoza, donde estaban en una exposición de objetos recuperados. Estamos ante un conjunto de sacras realmente destacado porque, no sólo muestran una alta calidad de ejecución, sino también están datadas y marcadas, cuestión ésta que nos permite apuntar quién fue su autor y marcador. Las Sacras están guardadas en su estuche original.

El juego consta, como es costumbre, de tres sacras: la de la Consagración, la del Evangelio y la del Lavabo. Todas están realizadas en plata blanca y bronce dorado sobre un alma de madera pintada de rojo. Siguen el esquema de escudo muy vinculado a las tierras valencianas en estos años. Unas formas similares a las de la capilla de Santa Rosa del Ayuntamiento de Valencia, a las de la iglesia de Andilla o a las de la parroquia1 de Santa Cruz, también en Valencia, obra de Gaspar Quinzá, Su forma y decoración están basadas en la rocalla. Muestran la forma de una rocalla simétrica, muy lejos de la asimetría que observamos en las sacras de Estanis1ao Martínez para la catedral de Orihuela, de cronología ligeramente posterior. La decoración está formada a base de rocallas, "ces" alargadas, motivos de redes y abanicos rococó. Se complementa con una rica iconografía. La sacra central muestra a sus pies el castillo de Llíria, mientras que a sus lados están sus dos patronos: San Miguel Arcángel y San Vicente Ferrer. En la zona superior hay un rompimiento de gloria con la Asunción de la María, titular del templo para el que se labraron. Las sacras laterales siguen la misma decoración, pero, en la parte superior, tienen un medallón cada una con los Arma Christi.