Cruz Parroquial (1529)

Una de las piezas más antiguas de la parroquia es la cruz procesional. Va firmada y datada por Jaume Catalá en 1529.

La cruz está realizada en plata blanca y dorada, por medio del cincelado, repujado y elementos de fundición. Es una cruz mayor que encabeza las procesiones y es, como es sabido, el guión de la parroquia, la enseña de la comunidad parroquial. La platería valenciana, pues, es una de las primeras de la monarquía hispánica peninsular en adoptar el gusto italiano.

La cruz procesional de Llíria consta de tres piezas: caña, nudo y cruz propiamente dicha. La caña y el nudo son hexagonales, recordando la platería del siglo XV, mientras que la cruz, en estructura y decoración, es más "a la romana". La caña muestra pináculos muy estilizados en cada una de sus aristas, que también observamos en el nudo. Sin embargo, la decoración vegetal, muy esquemática, está dispuesta en vertical sin llegar a conseguir el efecto visual de los candelieri de la cruz. El nudo es arquitectónico, con dos pisos. Consta de seis hornacinas con otras tantas figuras de apóstoles en plata dorada. Las hornacinas muestran una decoración de ladrillo y se rematan por veneras. El segundo cuerpo repite el mismo esquema, pero no alberga las imágenes de los apóstoles. Cada arista del primer cuerpo la remata un jarrón que encaja entre ellos una crestería con elementos curvilíneos. El nudo adopta claramente un lenguaje italiano, lenguaje que es más rotundo en la cruz.

Presenta cabezas de serafines que recorren todo el árbol. Los tres brazos superiores terminan en otros tantos perillones. La combinación de plata blanca y dorada dota a la pieza de gran suntuosidad. Llorente indica que la cruz No es de gran mérito artístico: las imágenes están rudamente labradas, y los adornos son del estilo del renacimiento , afirmación que comparte Tormo, pero no Vilaplana. Es cierto que las imágenes, sobre todo las del nudo, son un tanto toscas, pero la cruz en sí, adopta sin titubeos las novedades italianas y su factura. También la figura del Cristo crucificado, de tres clavos, es un tanto dura, pero está combinando cierto carácter naturalista, propio de fines del cuatrocientos, con un intento de plasmar la grandeza y serenidad italianas.

En cuanto a la iconografía sigue las pautas tradicionales de las cruces de la época medieval. En el anverso figura el Crucificado, pues es el mismo Cristo quien encabeza la marcha de la comunidad. En el reverso está la Virgen con el Niño. Ella está sentada y Jesús se sitúa de pie abrazado por su madre. El que esté la Madonna es importante, pues su posición está donde se coloca el titular del templo. Podría tratarse de la Virgen de Porta-Coeli, pero también la iglesia de Llíria está dedicada a la Asunción y esta última advocación no figura en las cruces valencianas hasta finales del siglo XVI y comienzos del siguiente. . El resto de las figuras del anverso son los símbolos del Tetramorfo. Siguiendo las agujas del reloj están el toro, el águila, el león y abajo el ángel. En el reverso, en los cuatro medallones, están la Virgen embarazada, Santa Ana, la Virgen Niña y unas palomas con fragmentos de la corona de espinas. Esta última placa no es original de la cruz y por lo tanto no hay que incluida en su programa iconográfico.