Capilla de la Virgen de los Dolores

Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»

Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» 


Esta capilla representa con varias imágenes de tamaño natural la crucifixión y muerte de Jesús, el bonito momento en el que Jesús en una de sus últimas palabras, nos entrega a su Madre, para ser madre nuestra.

Las imágenes del conjunto escultórico son propiedad de la Cofradía de la Virgen de los Dolores y de la Santísima Sangre y procesionan por las calles de nuestra ciudad el Jueves y Viernes Santo. La imagen de la Virgen de los Dolores fue realizada por el escultor valenciano Vicente Bellver, en el año 1942 para sustituir a la imagen titular de la Cofradía desaparecida en 1936. Es una imagen de cuerpo entero, de vestir, que culmina en un rostro especialmente delicado y con mucha expresividad, que demuestra el dolor de María Santísima en la Pasión y Muerte de su hijo. Para la procesión del Viernes Santo por la mañana, la imagen es vestida, con un manto de terciopelo azul con grandes bordados.

La imagen de San Juan Evangelista, hizo su entrada en Llíria el año 1949, obra del imaginero Inocencio Cuesta. Al igual que la Virgen es una talla de tamaño natural y para ser vestida, que expresa al detalle la imagen de un apuesto hombre de mediana edad que observa atónito tan dantesca escena. La imagen de San Juan procesiona en todas las procesiones de la Semana Santa Edetana y es propiedad de la Cofradía de la Santísima Sangre.

En la parte baja del Altar se encuentra el Beato y Mártir Juan Bautista Faubel Cano, natural de nuestra ciudad y  asesinado en 1936 por odio a la fe. Fue beatificado junto a otros mártires valencianos por San Juan Pablo II el año 2001 y desde entonces, cada 28 de agosto (día en que fue asesinado) se celebra una Misa en su honor, donde se venera su reliquia. En la parte superior de arca donde reposan sus restos, se encuentra la bala con la que perdió la vida.

Cuando estalló la guerra civil, salvó el copón con las formas consagradas cuando la iglesia fue incendiada. Recogió en su casa a dos religiosas del monasterio de San Miguel, que fue clausurado. Fue detenido y llevado a Els Olivarets, donde lo torturaron con una aguja para hacer esteras, de allí fue llevado a la cárcel, donde le pudieron visitar sus familiares. Fue llevado al Gobierno Civil de Valencia y también a San Miguel de los Reyes, donde se pasó el tiempo orando. Junto con otros doce detenidos fue llevado al camino de Paterna, y Juan Bautista gritó "¡Viva Cristo Rey!" y fue fusilado.