Virgen de la Cueva Santa

Patrona de la Diócesis de Sergorbe-Castellón

La imagen de la Virgen...

La imagen es un relieve busto de la Virgen, labrado, según la tradición, por fray Bonifacio Ferrer, hermano de San Vicente, monje de la Cartuja de Valldecrist.

Es un bajo relieve de yeso de 20 cm de alto por 10 de ancho, en cuya parte superior se forma una corona de rayos que se estrecha como la tercera parte de su altura total formando dos ligeras curvas. Representa el rostro anciano de la Virgen con traje de viuda, sobretoca, con el rostro y el cuello descubierto, bajo el cual abrocha la toca.

Llama la atención que la imagen, aun siendo de yeso, no se deteriora por la humedad con el paso del tiempo, pese a que la cueva en la que esta ubicada, presenta una humedad harto apreciable, deteriorando todo objeto de hierro o madera que en ella se deposita.

El 19 de mayo de 2011 fueron robadas la recaudación y la imagen de la patrona que, pese a ser una copia de la década de 1940 tiene un fuerte valor sentimental para los feligreses de la diócesis.


La leyenda...

La historia de la Cueva Santa se remonta al año 1410, cuando Fray Bonifacio Ferrer ingresa en la Cartuja de Vall de Cristo,  en su celda, creó el molde para la fabricación de las imágenes. Estas eran repartidas por el propio fraile a los pastores, para que estos le dieran culto en sus refugios durante sus ausencias del pueblo, pues su tamaño, permitía llevarlas en el zurrón sin ocupar apenas bulto.

Uno de aquellos pastores con su ganado, se resguardó un día en la espaciosa Cueva del Latonero, pues sabía que allí había un manantial donde podría abrevar y descansar tanto él, como el ganado, quedando mejor resguardado de las inclemencias meteorológicas. El pastorcillo, colocó la Virgen en un replano de la roca, y allí la arreglaba con florecillas silvestres y le rezaba sus oraciones. Pero cuando, no se sabe el motivo, abandonó la cavidad, no se llevó consigo la imagen que le había dado el fraile cartujo, quedando allí olvidada en un rincón.

Casi cien años tuvieron que pasar, para que otro pastor de la vecina población de Segorbe, que también entró a pasar la noche con su rebaño, reencontrase la Imagen abandonada. Se cuenta que cuando el pastorcillo ya empezaba a dormitar, vio aparecérsele la Virgen, la cual le indico donde encontraría una imagen suya para que pudiera darle culto.